R-221. Un gran día para comenzar

Siete años...siete años desde que había dejado mi hogar para emprender esta aventura, los primeros años fueron como una ilusión, los días y las noches llenos de emociones y sueños por cumplir, pero no todo es felicidad y un desafortunado acontecimientos ocurrió, uno tras otro.

Fuera del juego por dos años luego de la incapacidad aprendí muchas cosas, no solo las batallas eran importantes y el lazo con mis pokemon se hizo mas fuerte, irrompible, estaba tan unida a ellos que perder a uno sería como la muerte.

Luego del Ragnarok no volví a las batallas, algo en mi me decía que debía ayudar a la unificación, no a contribuir con mas desunión y así lo hice, la reconstrucción de las regiones fue un trabajo duro pero muchos ayudamos, muchos estuvimos allí, yo y mis pokemon trabajamos duro, no entrenamos de la manera convencional, fue un entrenamiento espiritual y luego de todo este tiempo fuera del juego...estoy lista para volver.

Ya no era una niña de 10 años...ahora tenía 17 y con una vida algo mas dura que la de otras adolescentes me sentía con la fuerza para comenzar de nuevo. Volvería a mis objetivos pospuestos y trazaría nuevas metas.

Llegar a la zona buscosa del Parque Compi era lo primero, en busca de un nuevo compañero, tenía que, como primera meta, completar mi equipo planta.

El cielo estaba morado, como los últimos dos años luego de la gran batalla entre Rayquaza y un extraño ser llamado Yveltal, quien ni siquiera el mismo Oak mostró conocer siquiera como mitología. Estabas en Teselia ese día en que todo terminó y el gran Rayquaza encontró el descanso tras descargar toda su rabia y mantenerse como regente de los cielos. El cielo morado te miraba pasivamente, testigo de lo que dos fuerzas inconmensurables pueden causar cuando se enfrentan, esa fue una lección de vida.
Pasmada en estos pensamientos y tu regreso a buscar nuevos compañeros miraste el gran cartel al costado de la ruta

"El parque Compi, al fin" Pensaste al acercarte animosa, sintiendo alegria por no haber tenido dolores en tus piernas desde hace años. Unas flores hermosas daban aroma al lugar y eran la precuela de lo que vendría a continuación... pero una de esas flores de pronto se movió

Brillaba con el sol, pero cuando se percató de tu presencia arrancó, sin miedo, pero preocupada hacia el parque Compi... perdiéndose de tu vista.

Llegaste al Parque Compi.